Respirando deseo
El deseo es un ente que se pasea por el aire esperando ser almacenado por alguien. Una vez respiras su elixir, te atrapa y te paraliza los sentidos, haciéndote jadear a placer. Te contrae el cuerpo y hace que por todos y cada uno de tus poros emerja una nítida capa de sudor. Te quemas entre suspiros y el aire que respiras te desgarra la garganta al ritmo de tu respiración. Inhalas, exhalas… Sigues contrayéndote.
Te mueves, suspiras y me aprietas, pides más… Te miro, te observo, me gusta.
El aire empieza a pesar sobre nuestros cuerpos, el ambiente esta cargado. El calor se hace cada vez más insoportable. Busco tu boca y empiezo a descender. Jadeas… Mis manos en tu cuerpo, mis labios en tu piel. Una danza de placer.
Te miro, te contraes y suspiras… Me miras, respiras aceleradamente, te beso… Mi cuerpo sobre el tuyo, te abrazo.
Te observo mientras tu corazón intenta mantener un ritmo normal, te acaricio y recorro tu cuello con mis labios, tus labios. Te escucho…
- Tengo sed.
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