Sigo siendo yo

Escupo recuerdos a caudales y vuelvo a tragármelos porque los quiero dentro, porque forman parte de mi.
Se asoman de nuevo a la ventana de mi mundo y por inercia se inclinan hacia delante para dejar que su propio peso las haga precipitarse hacia el vacío. Callo y siento. Y en otro lugar… sienten y callan sin poder dormir.
Me invade esa sensación de vacío que tan bien conozco, que tan amiga mía se ha hecho. Le hago sitio en mi cama y se acuesta conmigo, solo esta noche. La miro sin verla y me pregunto si al despertarme seguirá ahí, durmiendo como si nada hubiera pasado.
Sé en que piensas, sé que sientes, sé que me ves. Lo sé porque lo vivo, porque lo sufro. Y me arranco la piel e indago que corre por mis venas. Derramo ese líquido pegajoso que tanto me marea, que me turba los sentidos y me oscurece la vista.
Y te veo… te veo en la lejanía, te veo al dormir y al despertar. Te veo porque estás aquí.
Me he forjado a base de palos de acero, he aguantado mil palizas a la razón. Tengo marcas invisibles a ojos ajenos pero sigo siendo yo.