Todo está de más

Te llevé flores, flores que se marchitan con el tiempo… estas no, son de plástico. De plástico como lo es tu recuerdo, imborrable. De un plástico duro y resistente al tiempo, a la distancia… Y es que sigues presente, en mi mente, en mis lágrimas, en mi sonrisa al recordarte. En todas y cada una de mis frases. Tus consejos no van a caer en el olvido, ni tu imagen, ni tu voz, ni tu mirar…
Réquiem.

Un pasado mitificado, un futuro planeado. 180º y el mundo vuelve a girar. Esta vez, no voy a bajarme, el ritmo lo marco yo, ahora pienso, decido y actúo en consecuencia.
Las palabras caen en un vacío rencoroso. Voy a divorciarme de la vida y jugaré, solo esta vez, a no ser yo. Porque ya me he cansado de tener paciencia, de creer en la bondad. Me he cansado de caras falsas, hipocresía y maldad.
Si quieres jugar, jugaremos. Rétame. Te acepto la partida porque vas a perder.
Jaque Mate.

El tiempo pasa casi sin darme cuenta. Las tormentas son pasajeras; llegan, descargan su ira y vuelven a marcharse. Nunca llueve a gusto de todos…

Y mirando atrás, me doy cuenta de que todo está de más.