Tu vanidad
Cuando te miro, no lo hago por encima del hombro, no intento mirar a través de ti, ni siquiera intento saber que se te pasa por la mente, pero te juzgo. Te juzgo por tus palabras y por tus actos, como tú me juzgas a mí.
Tú, que te crees más sufridor que nadie, tú que flotas por un ambiente un tanto contaminado y miras de reojo al mendigo que extiende su mano en la sucia esquina del edificio de cristal. Personaje sin escrúpulos que se cree el centro de un universo a punto de estallar.
El cielo ya no llora por ti, los mares no desatan su furia ni los volcanes rugen como solían rugir. Ya no queda pena en mis entrañas, ni dolor, ni compasión.
Y me rio de todos tus males porque yo ya no puedo sufrir. Alimenté a los peces que se alimentan de corazones humanos, allá dónde el río es sangre que derrama la gente al morir. Me deshice de sentimientos y de palabras de cariño.
Se me dibuja una sonrisa en la boca al ver como tu vanidad no te deja ver más allá de tus narices.
3 Comments:
A pesar d creerse el hombligo dl mundo por lo q cuentas, estoy segura d q en el fondo estará solo.
Dicen q kien siembra tormentas, recoge tempestades...
Un abrazo, Nesk.
Nube
Bueno, no va por nadie en especial, es solo por esas personas que, como tu dices, se creen el ombligo del mundo. Y es que a veces, tenemos que mirar a nuestro alrededor...
Pensamientos para pensamientos :). No creo que esas personas sean felices, al final, se reconozca o no, la soledad es lo peor que hay. Buen fin de semana. Gladiator
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